Evgen Bavcar en Ruleta china






Ruleta China fue una revista cultural que se editó desde diciembre de 2007 a diciembre de 2010 en el dominio www.ruletachina.com. Se publicaron 26 números que, hoy, han desaparecido de la web. Cada uno de ellos incluía seis artículos, nueve reseñas (de teatro, cine, literatura y música) y las secciones collage, galería y poesía, destinadas a la difusión de la obra de artistas emergentes o poco conocidos.
El próximo libro de Ediciones con doble zeta es una recopilación de las entrevistas realizadas en esa época. De ellas, un adelanto de la charla con Evgen Bavcar, Doctor en Estética, escritor y fotógrafo.

Usted escribió un poema llamado “Vista táctil”, en el que afirma que no toca, sino que mira de cerca.
El hecho de tocar la mano de una mujer siempre tiene una connotación erótica, pero si yo digo que miro de cerca sus manos ya no existe. ¿Por qué los ciegos no debemos mirar de cerca? ¿Por qué seremos siempre culpables del erotismo falso de los videntes? ¿Por qué se impone sobre nosotros su noción del erotismo? Nosotros miramos de cerca, lo demás no es mi problema. Yo nunca he tocado a una mujer, siempre he mirado de cerca, y cambio la terminología para dar un estatuto diferente a este hecho. Los videntes tocan, pero no es mi problema la visión de los videntes.
Miro de cerca las estatuas griegas, recientemente miré de cerca el Moisés de Miguel Ángel, tuve que subir a una escalera para ver su cara, sus ojos, porque es muy grande. Parte de mi proyecto es que en los museos se pueden crear diferentes percepciones, yo soy feliz cuando me dan acceso a las obras prohibidas para conocerlas, no para decir que pude tocarlas sino que las conocí a mí manera.

Lo anterior me remite a cierta concepción griega que planteaba que la vista era una especie de sentido táctil, un acto físico. Sí, es táctil. Solamente que en un ciego todo el cuerpo es un ojo. Para un ciego, todo el cuerpo es la cara, no es solamente un cliché afirmar que miro con las manos. En el mundo moderno, una sonda que va a Marte, va a la manera de los ciegos: debe primero tocar el planeta, para después mandar una señal visual que tardará 42 minutos en llegar a la Tierra. Mi amigo Peter von Ballmoos, que es atrofísico, dice que también es ciego como yo porque las máquinas le permiten mirar el universo y esto significa mirar de cerca. Nadie dice nada contra la NASA tocan los planetas, entonces por qué criticar a un ciego cuando toca una estatua en un museo, es una contradicción general.